Pueden ser llamados para que nos ayuden a sortear las vicisitudes de la existencia, y traigan alegría a nuestras vidas espiritualmente desoladas.
Esto no significa que cuando ocurren problemas debemos dejarlos en manos de la Diosa.
Esta es una maniobra evasiva, una forma de no enfrentar los obstáculos que se presentan en el camino de la vida.
Sin embargo, como practicantes de la Wicca podemos acudir a la Diosa y el Dios para aclarar nuestra mente y así ayudarnos a nosotros mismos.
La magia es un excelente medio para lograrlo. Después de conectarse con las Divinidades, el wiccan les pide ayuda durante el rito mágico que usualmente desarrolla.
Más allá de esto, la Diosa y el Dios pueden ayudarnos a cambiar nuestra vida. Ya que son las fuerzas crativas del universo (no solo símbolos), podemos acudir a ellas para darle poder a los ritos y bendecir nuestra magia.
De nuevo, esto se opone directamente a la mayoría de religiones.
El poder está en las manos de cada practicante, no en sacerdotes o sacerdotisas que realizan estas hazañas para las masas.
Esto es lo que hace a la Wicca una forma de vida satisfactoria. Tenemos vínculos directos con las divinidades.
No se necesitan intermediarios tales como sacerdotes, confesores o chamanes. Nosotros somos los chamanes.
Bueno espero que haya quedado un poco más claro el concepto del significado que tiene para nosotros los wiccanos la figura del Dios dentro de la religión.
Bendiciones para todos.
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